Iluminando productos en fotografía publicitaria
Desde mi experiencia, este tipo de faceta de la fotografía publicitaria, es mi favorita (no la más sencilla).
Manejar adecuadamente el equipo de iluminación es clave si tratamos de evitar estar horas atrás de una computadora arreglando las sombras desagradables, las faltas de foco, etc.
Muchos clientes requieren de profesionales, dado el crecimiento de los e-commerce en internet y las páginas web que funcionan como verdaderos catálogos de producto.
Pero, pasamos directamente al tema: Iluminación para productos.
Hay que comenzar por dividir rápidamente el problema en dos grandes escenarios.
El primero es foto de producto con fondo neutro, ya sea blanco, negro o color, y el segundo, con ambientación o escenografía.
Este post está dirigido sólo al primer ítem, porque si hablamos de escenarios, los esquemas de iluminación son tan diversos como las escenografías a la que nos referimos, es decir que si no sabemos qué ambiente vamos a fotografiar, no podemos saber cómo iluminarlo.
Fotografiando productos con fondo neutro.
Vamos a hablar un poco del equipo
A mi particularmente me gusta fotografiar con equipo de luz continua, pero también existen unos excelentes equipos de flashes.
Lo principal es contar con equipos de iluminación de buena potencia, más adelante veremos porqué. Mínimo dos aparatos, lo ideal son tres.
También es importante aclarar que este post se refiere a fotografía de productos de no más de 60 o 70 cm de tamaño (de ahí para abajo). Aclaro esto porque como ejemplo, les puedo decir que no es lo mismo fotografiar una afeitadora de mano, una tijera, o una juguera, que fotografiar una heladera o un juego de sillones ¿Se entiende, no?
Esta aclaración vale porque en la relación distancias y sombras, las variables son inmensas.
La potencia lumínica mínima que deberíamos tener en cada equipo es de 1000 w.
Cuidado que también se puede fotografiar productos con menos potencia lumínica, pero las ecuaciones a realizar al hacer la toma van a ser muy diferentes y hasta peligrosas a la hora de tener buena profundidad de campo.
Cada fuente lumínica debe tener difusor. Esto nos permitirá suavizar la luz. También es cierto que hay productos que requieren de sombras duras para lucir mejor, pero les garantizo que debe ser el 5 % de las mayorías de las tomas fotográficas publicitarias del mercado.
Un consejo que ayuda a nuestra economía es realizar nuestros propios difusores con materiales como PVC en rollo que se consigue en muchas casas de electricidad, ya que los utilizan como aislantes de algunos productos eléctricos y vienen en medidas de hasta 120 cm de ancho.
La otra alternativa es comprar los difusores del mercado fotográfico, pero no menores a 100 cm de diámetro, ya que los más chicos nos pueden quedar cortos a futuro en otro tipo de fotografía.
Nuestra mesa de trabajo o escenario.
Todo vale como apoyo de nuestros productos. Si bien hay un montón de alternativas buenísimas en el mercado referido a estructuras desmontables para fotografiar productos, lo más importante es lograr un dispositivo que nos permita colocar lo que se llama SIN FIN.
El SIN FIN es un telón que en el fondo de nuestra toma nos permite perder la línea óptica de fondo, es decir, realizando una curva, pierde el corte visual que realizaría una pared o una mesa contra el fondo de la toma.
Posición de las fuentes de iluminación.
La idea es generar un efecto de suavidad y a la vez de volumen para que cuando se vea el producto se comprenda su textura, material, formato y sobre todo, agrade.
Una de las luces debe definir el contorno del producto, normalmente se la ubica lateralmente en uno 30 o 45 grados respecto al ángulo recto que forma el producto y la cámara. A ésta fuente le vamos a dar el nombre de luz principal.
La otra fuente de luz ubicada más arriba y casi lateralmente al producto (el ángulo lo va a determinar ópticamente el fotógrafo, dependiendo de qué se esté fotografiando), es para contrarrestar las sombras que va a generar la primer luz al darle volumen al producto.
Hay que hacer una salvedad en este momento. No estamos teniendo en cuenta el fondo. Si trabajamos con dos fuentes de luz, lo más probable es que el fondo quede un poco relegado con respecto a luminosidad propiamente dicha, referida al producto. Habría que ver cómo están acomodadas las lámparas para permitir un poco más de intensidad en el fondo, sobre todo si es un color de fondo claro o blanco (si fuera negro es indistinto). Ahora si contamos con una tercera fuente de luz, lo ideal es ocuparla directamente a mejorar la intensidad lumínica del fondo. Ubicarla en forma cenital, es decir bien desde arriba, directamente al fondo, lo que va a generar es un espectro lumínico muy intenso que va a acentuar profundamente al producto y lo va a despegar del mismo creando un efecto de mayor volumen y mejorando notoriamente el volumen de la pieza a fotografiar, ya que indirectamente le estamos iluminando la parte superior y complementando la luz lateral para eliminar sombras.
Hay que tener cuidado con la intensidad de las llamadas luces complementarias, la cenital y la lateral para no cometer el error de eliminar el volumen del producto. Quitar sombras está bien, pero eliminar volumen le va a dar un efecto de flash frontal y realmente sería una picardía hacer todo este trabajo si se hubiese reemplazado todo por el tradicional flash sobre la cámara.
Todo lo visto hasta ahora, está pensado para que el producto se vea tradicionalmente correcto.
Existen distintas formas de variar este concepto. El ejemplo más claro es querer darle dramatismo a la escena y pretender mostrar un producto de una forma que las sombras formen parte del concepto de venta del mismo. Endurecer las sombras, des iluminar adrede el producto, generar un concepto de intriga para que el futuro cliente busque de que se trata, sobre todo si son productos opacos, son otras formas de iluminar productos en fotografía publicitaria, pero no es el fin de este post.
Por último, hablemos un poco de texturas, reflejos y colores.
Les voy a nombrar los dos principales problemas en lo que se refiere a fotografía publicitaria de productos: El acero inoxidable o cromados y las botellas de vidrio o vajilla de cristal.
Para cualquiera de estos dos casos, lo principal es aislar la habitación donde se trabaja de cualquier tipo de fuente de luz incidente, ventanas, puertas abiertas, cualquier fuente extra de luz que refleje en el producto.
Cuidado con los colores de fondo. O negro o blanco, el resto de los colores son literalmente muy invasivos para este tipo de productos y si el efecto no está pensado por algún motivo institucional, el color de fondo quedará soldado a la estructura del producto.
Después, tratar de conseguir no menos de cuatro fuentes de luz, si, lamentablemente con dos fuentes solas, lo más factible es que el resultado sea mediocre.
En próximos post vamos a dedicarle un capítulo especial a este capítulo. Realmente es muy compleja la fotografía publicitaria de este tipo de productos
Una última salvedad. El producto a fotografiar debe estar impoluto. Pedirle al cliente varios, fijarse si es un packaging que esté perfecto y si es un producto de determinado material, utilizar limpiadores efectivos a la hora de dejarlo en condiciones para ser fotografiado.
¿Qué lente utilizar?
Mi mejor consejo es entre los 70 mm y los 135 mm. No achatan la perspectiva pero tampoco engordan las estructuras, pero ese tema depende estrictamente de la capacidad económica de adquirir equipo.
Espero le haya sido útil, muchas gracias por dedicarme su tiempo
Walter Bensusan
www.markmedia.com.ar
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