Decidir dónde ubicar el horizonte en nuestras fotografías.
En fotografía, como en pintura, decidir dónde ubicar el horizonte es una forma importante de dar énfasis al sujeto y de equilibrar la foto en su conjunto. El horizonte también da un sentido de proporción a un paisaje, aunque sea una montaña o un mar como una mesa de billar. La forma en que se equilibra la composición contribuye a dar impacto visual a lo que se trata de comunicar.
¿Horizontal o vertical?
Todas las cámaras toman fotografías con formato rectangular. Esto nos brinda la posibilidad de componer fotografías horizontal o verticalmente.
Las fotografías horizontales, con el horizonte atravesando la fotografía, tienden a dar énfasis al espacio de izquierda a derecha. La vista sigue la línea del horizonte de forma parecida a como se sigue una línea de escritura cuando se lee. La utilización de este formato da a las fotografías una impresión de espacio abierto, pero tenemos que pensar en incluir algún objeto en primer término para dar un sentido de proporción y de perspectiva a la imagen.
Las fotografías verticales pueden proporcionar un marcado sentido de la profundidad según como se maneje el horizonte. El ojo entiende la escena desde el primer término hacia atrás y hacia arriba. Con un punto de vista alto se pueden incluir muchos detalles normalmente en este tipo de composición, ya que el paisaje se desplaza desde los pies del espectador hasta el horizonte y hasta el cielo.
Si fotografiamos un paisaje, primero hay que tratar de componer horizontal y luego verticalmente a través del visor.
Dónde ubicar correctamente el horizonte. Todo un tema…
La típica situación fácil del horizonte, es a un tercio del borde superior. Pero si quiere crear un efecto más dramático yo, probaría poner la línea del horizonte más arriba, mucho más abajo o en la mitad.
Manejando las reglas clásicas.
La mayoría de los pintores, desde el Renacimiento, con el descubrimiento de la perspectiva, hasta el final del siglo 19, se preocuparon por descomponer los paisajes en primer término, media distancia, y fondo o último término y cielo.
Una de las fórmulas que impusieron los pintores, basada en un tercio de cielo y dos tercios de tierra, sigue siendo válida para componer fotografías. Realmente, nadie sabe exactamente por qué motivo, pero al ojo humano esta proporción le resulta armoniosa. Un equilibrio satisfactorio para la mayoría de los cuadros. La idea es, por lo menos los que intentamos hacer algo distinto, crear una imagen más llamativa.
Espero le haya sido útil, muchas gracias por dedicarme su tiempo
Walter Bensusan
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