Nuestros objetivos bien limpios y relucientes.
Si no cuidamos nuestro equipo, estamos jodidos. No hace falta que desarrolle una elaborada tesis de la importancia de nuestro vidrio, por el cual pasarán todas las imágenes que queremos perpetuar, ahora, si está sucio estamos complicados…
Este post no es para que estén todo el día limpiando los objetivos de las cámaras porque eso puede ser muy perjudicial, ya que al ser una actividad nemotécnica y repetitiva, puede que en un momento de distracción, dañemos los mismos en forma irreparable.
Hay formas adecuadas y necesarias para realizar esta tarea.
Un consejo que más de uno, seguro conoce, es utilizar un filtro UV, lo más neutro posible y sobre todo de muy buena calidad, que va a evitar el polvo y el contacto directo con nuestro objetivo.
Métodos de limpieza de objetivos
De los dos o tres métodos básicos que hay, yo voy a recomendar uno solo. Pero les aseguro que si escuchan opiniones, van a encontrar tanta diversidad que posiblemente no le crean a nadie. Lo ideal es buscar sus propios métodos, es decir, el que se sientan más cómodos y sobre todo, seguros.
El primer método es comprar los líquidos especiales que también son antigrasos y que se los aplica con una gamuza suave con movimientos circulares y sin presionar demasiado al cristal. Los problemas que trae este método de limpieza de objetivos, es que algunos colegas y hasta algunas casas de fotografía, opinan que a la larga, dañan la óptica porque aluden que son corrosivos a largo plazo.
El segundo método es utilizar cualquier fuente de aire, como compresores o algún tipo de soplador tipo los de goma, no nuestro aliento que contiene mucha humedad, y con algún paño de esos que se utilizan para la colita de los bebés suavemente tratar de quitar la suciedad si existiese.
Gamuzas de microfibra, son las ideales para limpiar los objetivos, porque son muy suaves, levantan bien el polvo y tienen la particularidad que no pierden pelusa cuando se las fricciona.
El famoso pincel soplador, es mi favorito, pero debe ser de muy buena cerda, caro obviamente, pero es garantía de limpieza segura. Preferentemente que sea de buen tamaño para que la bocanada de aire, sea importante. Siempre es preferible el aire que la fricción en el cristal del objetivo.
Lo peor que les puede pasar a nuestros objetivos, es la humedad. Hay que tener en cuenta una premisa fundamental. Las cámaras fotográficas, pueden quedar obsoletas con el paso del tiempo, los objetivos, jamás.
Ni se quieran imaginar lo que verán si alguna vez tienen la oportunidad de enfrentarse a un objetivo fotográfico con hongos…
La escena es devastadora y en mi opinión, irreparable. Por eso lo principal que les recomiendo para evitar este tipo de desastres es coleccionar esas pequeñas bolsitas anti humedad que suelen venir en los aparatos electrónicos, discos rígidos de computadoras, packaging de celulares, etc., e introducirlas en todos los lugares que guarden las cámaras y los objetivos.
Obviamente no hay que aclarar que no dejen las cámaras y los objetivos en lugares donde sospechen que podría haber humedad, como por ejemplo un placard o armario que tenga alguna pared en esas condiciones, es prácticamente seguro que el objetivo o los espejos de las réflex contraigan humedad.
En síntesis, mi mejor consejo para limpiar los objetivos de nuestras cámaras fotográficas se resumiría de esta forma:
1 – soplador con pincel
2 – pañitos de limpieza de bebés
3 – Bolsitas anti humedad
Conversen con gente que trabaja en fotografía, pregunten, este post no es la verdad absoluta y hasta pueden encontrar nuevas formas de limpiar objetivos que yo ni conozca.
Espero le haya sido útil, muchas gracias por dedicarme su tiempo
Walter Bensusan
www.markmedia.com.ar
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